23 de mayo de 2012

Enzerink (3a parte), la mudanza

El lunes 19 de diciembre llegó la mudanza, justo un día antes de que comenzáramos las vacaciones de Navidad. Nuestros muebles, veteranos en estas lides (comprados en Holanda, una mudanza a Valencia, otra a Foios y vuelta para acá), habían estado guardados desde julio en un guardamuebles y por fin llegaban a su casa. 

La pregunta de uno de los trabajadores de la empresa de mudanzas fue, al ver que la casa de al lado de la nuestra también se vendía, si íbamos a comprar las dos casas para meter todo lo que traían en el camión. La cara de Jorge parece responder con un "pues más les valdría...". Eindhoven, 19 de diciembre de 2011.

Simultáneamente a la mudanza, Sergio y Jorge continuaron poniendo suelo, esta vez en dos de los dormitorios. En la foto, el más grande.. Eindhoven, 19 de diciembre de 2011.
Para hacernos creer a nosotros mismos que ya estaba casi todo hecho, arreglamos este rincón del salón que nos quedó minimalista pero cómodo. Eindhoven, 19 de diciembre de 2011.

Y tras la extenuante jornada, una más, nos sentamos a descansar un rato y a estrenar el comedor con unas pizzas. Eindhoven, 19 de diciembre de 2011.

Pero el día no había terminado todavía, aún nos quedaba lo más emocionante, preparar las maletas para el viaje del día siguiente: ¡¡Nos íbamos de vacaciones de Navidad al Puerto!! En la foto (de qué me suena?) mi nano preparando la lista de la maleta de Jaime. Eindhoven, 19 de diciembre de 2011.

6 comentarios:

  1. 70 metros cúbicos de trastos. Considerando que una familia "normal" se gasta unos 50m3 podemos concluir que somos un 40% más "anormales" que el resto

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  3. que nervios... cuando llega la parte donde ya está todo puesto y supermono?????

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    1. En... diciembre del 2014? Jajaja... No, no, ya hay cosas que están monísimas!!! Ay...

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  4. Y Jorge más bien diría "y que no me pueda yo escapar....."

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    1. Jajaja, y se escapó, se escapó, al día siguiente volamos para España así que se libró!!! Se lo merecía, pobre, que entre la trabajera y el frío (y otras cosas que pasaron y que no se pueden contar en público, al menos sin permiso) temíamos que no quisiera venir a visitarnos más...

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