29 de septiembre de 2010

Las series y los Indios del Mardi Gras


En nuestro afán por sacarle al día hasta la última gota, a eso de las 23.00 horas todos, o casi todos, los días (con permiso del sueño, del blog de Sergio o de Tiempo de Juego, antes Carrusel) nos metemos en la cama con el portátil y nos hartamos de ver series.


Con este formato de espectadores desde la cama nos hemos visto ya varias temporadas de House M.D., de The IT Crowd, de The Office, todas las de Dexter y de The Sopranos, las que pudimos aguantar de Six feet under (vamos A dos metros bajo tierra), que tuve que terminar de ver yo solita a horas más tempestivas y que nos podíamos haber ahorrado, la verdad... En definitiva, que intentamos aprovechar que se están haciendo en estos años las mejores series para televisión, con guiones excelentes e interpretaciones memorables.


Ahora estamos viendo Treme.


Ambientada en Nueva Orleans en los meses después al desastre del Katrina, vemos distintos personajes intentando sobrevivir a semejante catástrofe en la que se perdieron vidas, casas, negocios, trabajos y, sobre todo, formas de vivir, tradiciones y cultura, mucha cultura. Y los guionistas no se andan con rodeos y dejan bien claro que el tercer mundo puede aparecer a la vuelta de la esquina, más aún si los que deberían de encargarse de solucionar el problema se comportan como verdaderos inútiles. Y todo eso en los Estados Unidos del siglo XXI.


Y hablando de Nueva Orleans, de la serie y de estilos de vida, nos tropezamos con un personaje que nos llamó mucho la atención, sobre todo por el desconocimiento. Se trata del “Big Chief” o el Gran Jefe, un tipo que intenta desde el primer capítulo reunir a su “tribu” para poder seguir preparando el desfile del “Mardi Gras” a la vez que va confeccionando su disfraz de Jefe Indio. Totalmente descolocada me puse a investigar… vamos a buscar información por internet…



Pues los indios del “Mardi Gras” son una tradición en la ciudad. Copiado de alguna manera y en algún momento de los indios nativos americanos, mezclando parte de la tradición africana de las máscaras de plumas, los cánticos tribales, la música etc. inventan sus propias canciones y desfilan, aparte del desfile oficial y lleno de turistas, por las calles de Nueva Orleans. Cada tribu tiene su zona, su barrio y los encuentros con otras tribus son motivos de competición, antes violentas y hoy, felizmente, limitadas a disputas que tienen más que ver con la estética: los mejores vestidos, las mejores canciones…


Esta curiosa tradición pudo ser el resultado de la unión, hace más de un siglo, de dos pueblos que lucharon históricamente en Estados Unidos por los mismos motivos: la libertad de sus pueblos, el fin de la esclavitud y de la dominación de los blancos.  


En definitiva, una costumbre muy curiosa y original, pero bastante localista y exagerada (los trajes pueden llegar a costar miles de dólares) y que merecería la pena poder disfrutar en persona. Y es que lo máximo que he podido ver han sido algunos vídeos en el Youtube y, bueno, me recordaban a las ilegales del Carnaval de Cádiz… Ya lo sé, pero esas son las asociaciones que yo suelo hacer…

23 de septiembre de 2010

Viviendo en Foios






Efectivamente, existe un pueblo que se llama Foios, muy cerquita de Valencia. Uno de los pueblos de L’Horta Nord, pequeñito, rodeado de huertas pero con línea de metro y acceso a la playa (que no “en” la playa…). Y bueno, en algún momento de su historia fue conquistado para los cristianos por Jaime I, por supuesto…


¿Y cómo hemos acabado nosotros aquí después de nuestro periplo holandés? Pues precisamente por culpa de Holanda. Buscando una casa lo más parecido a nuestra Wedesteinbroek, 21-37 encontramos esta e hicimos todo lo posible por alquilarla. Atrás queda el año en el ático de Patraix, con todo lo bueno (el barrio, las vistas…) y lo malo (el Mandingo, el frío, el calor…) y el fugaz mes en el Carmen, con el infausto recuerdo del Turmix y los desaprensivos de las bicis en los balcones.


Pero dominando toda la escena ha estado desde el principio Jaime: el embarazo, su nacimiento, los sofocones de unos padres primerizos e histéricos (mala conjunción), la Generación 2009 y sus mamás, la guardería y las mejores profes del mundo…


Y, en medio de toda esta vorágine, Sergio y yo intentando rescatar algo de lo que éramos antes de la nueva conquista de Jaime I. Éxito relativo, debo decir… Pero bueno, ahí seguimos en nuestro empeño.


Por lo pronto este mes hemos retomado nuestras bicis y ahora dejamos el coche y el bono metro en casa y nos aprovechamos del magnífico carril bici que desde Meliana (a 1 km de Foios) nos une con Alboraya y la guardería de Jaime, y la Universidad Politécnica y el trabajo de Sergio. Ahora sólo falta que el carril bici llega hasta Foios y que continúe por Valencia…


En fin, que de alguna forma tenía que volver a escribir en el blog...

Seguiremos informando…