8 de julio de 2014

Blog

Hace (mucho) tiempo que no escribo en el blog. Eso no está nada bien. El pobre se tiene que conformar con una entrada de vez en cuando con algún vídeo a destiempo. Y eso tampoco está bien.

Ahora que llegan las vacaciones de verano y pensando en ir organizando el nuevo curso, estoy decidida a que esto hay que solucionarlo, que tengo que encontrar el hueco. Para el blog y para otras miles de cosas. Pero sólo de pensar en ponerme a hacer otro horario, en pasarme otra vez medio verano dándole vueltas a la cabeza para organizar de manera efectiva el (poco) tiempo libre que tengo ya me voy estresando.

Y es que no se trata sólo de organización, es también un problema de constancia, de establecer objetivos y prioridades y cumplirlos, de centrarse y no andar ideando nuevos proyectos a un ritmo imposible de seguir...

En definitiva, que hago balance, una vez más, y el resultado es desolador. De todos modos, tampoco es hoy un buen día para nada. Ando peleada con el mundo, con el idioma holandés, con el verano holandés tan “peculiar” que tenemos hoy, conmigo misma por todo, con todos por todo...

Al menos el cabreo me ha servido para escribir una entrada en el blog, mira por donde.

Y como todas las entradas van con foto, ésta no iba ser menos. Que por muy cabreada que esté no hay que perder las buenas formas. Además, nunca una excusa es mala si de lo que se trata de colgar fotos de Jaime. 

Voetballer of... 
"Basketballer"? ¿Y por qué no mejor las dos cosas?
Eindhoven, 15 de junio de 2014.