7 de julio de 2015

De la serie "Cosas que pasan en Holanda con las que alucino", Cap. III. "Preparando el nido".

Andamos en plena vorágine prenatal, es decir, preparando el nido para la inminente llegada de nuestro bebé. Ya preparamos uno, no somos novatos, pero lo hicimos en Valencia y hace más de 6 años. Lo de los holandeses es otro tema.

Cuando ya pase el parto, las primeras semanas y todo se vaya relajando, intentaré hacer una entrada más completa que ésta, en la que sólo quiero contar un par de cosas. El tema da para mucho pero me gustaría primero haber vivido la experiencia al completo para poder explayarme con conocimiento de causa. 

Vaya de antemano que no todo van a ser comentarios negativos cargados de ironía. Aquí hay cosas que funcionan muy bien y que ya me hubiesen gustado a mí haberlas tenido cuando Jaime nació. Pero mi espíritu de bloguera es el de dar caña, y a eso voy...

Uno. ¿Cómo? ¿Que quieres comprar una bañera con cambiador para el bebé? Olvídate. Bueno, sí, puedes recurrir a internet y quizás allí encuentres alguna tienda belga que tenga cuatro modelos carísimos en stock... 

Aquí lo que venden es este kit (cómo no, ¡¡un kit!!):


Que no te engañe la foto. El cambiador es aparte, no se puede colocar encima de la bañera. Y lo que es peor, te lo muestran así, monísimo, a ras de suelo... estupendo, dando una sensación de higiene...

La idea entonces es: compra la bañera, la colocas en el baño, bañas al bebé y luego te lo llevas al cuarto a vestirlo, etc... Todo muy práctico. Y cuando le cuentas que tú, en tu país, tienes una cosa que combina bañera y cambiador y no tienes que andar con el bebé para arriba y para abajo, te miran con cara de "¡¡Qué barbaridad. Eso es peligrosísimo!!, ¿Cómo sujetas al bebé mientras colocas el cambiador?". Pues igual de bien que tú llevándolo de habitación en habitación: ¡¡con cuidado!!

Dos. He recibido otra caja de regalo de alguna publicación o tienda con regalitos para el bebé y para la madre durante el embarazo. Pañales, un chupete, un biberón, folletos de publicidad, una crema, unos patucos... Hasta aquí, todo normal. En Valencia también les di un repaso a todas las posibilidades de recibir regalos gratis que encontré por la red y, más o menos, el contenido venía siendo el mismo. Pero hay algo que me descoloca...




¡¡Dos latas de cerveza!!! Obviamente 0.0% alcohol... pero... ¿en serio? Que alguien me diga, por favor, que en España también las regalan, porque yo no entiendo el por qué. Un zumo, una bebida isotónica... hasta ahí llegaría, pero ¡¿dos latas de cerveza?! Sólo por el detalle que han tenido al regalármelas me las voy a beber, lo prometo...

En fin, hasta aquí el desahogo de hoy... Ya digo que el tema da para mucho, así que prometo volver sobre él. 


1 comentario:

  1. Oye, que las cervezas son para el recién nacido. que desde chiquititos van acostumbrándolos

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