12 de febrero de 2014

Haarlem (Holanda)

El hecho de que llevemos ya casi cinco años viviendo en Holanda  (Sergio y yo, Jaime la mitad), entre Nijmegen e Eindhoven, no nos convierte en “expertos-absolutos- conocedores-de-cada-rincón-interesante-del-país-y-sus-costumbres”. Y como ésta debería ser nuestra aspiración, estamos dispuestos, aún pasando un frío “horroroso, horroroso”, a hacer turismo de interior de vez en cuando y a ir anotando nuevos destinos a la lista de “sitios chulos que visitar en Holanda”. 

El 25 de enero, pues, nos fuimos a Haarlem.

Y nos fuimos en tren. Porque es más relajado, no tienes que aparcar y dejarte medio sueldo en ello, porque tengo una tarjeta que nos consigue un 40% de descuento... y porque la estación de haarlem resultó ser una monería (eso lo descubrimos después). Haarlem, 25 de enero de 2014.


Hay que aclarar que hacía mucho frío y que la cara de compromiso de Sergio en todas las fotos se debía simplemente a eso, a que lo estaba pasando un poquito regular. Aún así, posó obedientemente. Haarlem, 25 de enero de 2014.

Y a jaime ni siquiera hay que pedirle que pose, él se mete enseguida en el papel. Aquí frente al escaparate de la tienda de guitarras molonas. Haarlem, 25 de enero de 2014.

Muy cerquita de Amsterdam, a Haarlem no le podían faltar sus canales. Haarlem, 25 de enero de 2014.

Sergio (casi al punto de nieve) y Jaime en los alrededores de la Grote of St. Bavokerk. Haarlem, 25 de enero de 2014.

Y como era sábado (ya aprendimos que para hacer turismo en fin de semana en Holanda hay que olvidarse de los domingos, ya...) pues había mercado. Haarlem, 25 de enero de 2014.

Una de las cosas que más nos llamó la atención del centro de haarlem fue la gran cantidad de tiendas originales que había, y cuando digo originales me refiero a que son tiendas que, seguro, no te las encuentras en el Luz Shopping de Jerez. Ah, y el sentido del humor en los escaparates de algunas, también. Haarlem, 25 de enero de 2014.

Y más originalidades, el pie de Hermes y las fachadas de algunas de las casas que daban a un canal. Haarlem, 25 de enero de 2014.

Tras el paseíto, tren de vuelta a casa con la sensación de que habrá que volver un día en el que el sol caliente algo. Sergio y yo, agotados, y Jaime, incombustible. aquí, jugando con su imagen reflejada en el cristal del tren. De camino a Eindhoven, 25 de enero de 2014.

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