Mientras
todos sus compañeros de generación españoles van ya al colegio,
Jaime, según la costumbre holandesa (y las leyes educativas, claro),
tendrá que esperar hasta el 19 de febrero de 2013 para hacerlo. No
es que yo piense que va a ir retrasado ni mucho menos. Si los
holandeses lo hacen así no soy yo quién para poner en duda su
eficacia educativa, al menos por ahora, jeje.
Pero
con la excusa de que lo que aprenda del castellano se lo tenemos que
enseñar nosotros nos hemos montado él y yo una mini-escuela los
martes y los jueves consistente en hacer algunas hojas de unos
cuadernos Rubio (sí, todavía existen y están estupendos) y de
algún que otro libro de actividades para niños de su edad. Aparte
de una sesión de informática para pingajos que no saben ni leer
pero que manejan el ratón y las pantallas táctiles que da gusto.
Por
ahora es muy divertido porque Jaime se mete totalmente en el papel y
no me deja actuar como “mamá”, sino como “la profesora” y se
lo pasa en grande. A ver cuánto le dura!!
La
primera clase. Eindhoven, 30 de agosto de 2012.
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Coloreando.
Eindhoven, 4 de septiembre de 2012.
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Pues se le ve muy, pero que muy aplicado! Y cuando empiece a escribir, tendrás que enseñarle a escribir en español. Así que tu tarea de maestra no ha hecho más que empezar!
ResponderEliminarDigo, digo. Tarea titánica!!! A ver si le dura el entusiasmo, jeje
EliminarMadre mía, es emocionante verle ya haciendo sus fichas. Pero ya veréis como cuando empiece en la escuela cada día os vendrá con nuevos descubrimientos.
ResponderEliminarEl otro día hizo un dibujo y se vino para nosotros diciendo que le había puesto el nombre. Bueno, era tremendo, os lo tengo que enseñar...
EliminarNo es zurdo como sus titos, y la mano sobre la mesa, ahí en tensión...qué gracioso!
ResponderEliminarBueno, le da a las dos manos por igual, por ahora. O quizás es que vaya a ser como su tita, ambidiestro!!!
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