17 de diciembre de 2007

Y Sinterklaas pasó sin pena ni gloria...

A ver, yo no es por criticar a los holandeses, nada más lejos de mi intención... pero esto del Sinterklaas, no sé, es como un poco soso, que no? Expliquémonos.


Desde, más o menos, principios de Noviembre (que no es cuando empieza aquí el frío, no, que frío aquí hace toooodo el año) te puedes encontrar por TODOS lados muñequitos del Sinterklaas y de su paje el "Zwarte Piet". Bien. Sinterklaas es una especie de obispo espigado y de largas barbas blancas 
(véase la foto) y el "Pietje" es, hablando claramente y sin eufemismos, su esclavo negro simpaticote. Por supuesto, si te metes en la wikipedia, te enteras de un montón de cosas más (algunas increíbles, la entrada no tiene desperdicio...), como que Sinterklaas está basado en la figura de San Nicolás de Bari, de ahí el atuendo de Obispo, y que, además, para los holandeses, Sinterklaas viene de España, montado en un caballo blanco..., etc. Pero yo os voy a contar la impresión que me he llevado de todo este tinglado.

Como digo, a partir de noviembre, por todos lados, el Sinterklaas y el Pietje y la gente como loca comprando regalos. Pero amigo, llega el día 5 y una se espera, cuando menos, que tanta espera culmine en algo apoteósico. Pues bien. Ni cabalgata, ni día de fiesta, ni ná de ná de ná. Al parecer se tiene una que conformar con los niños disfrazados por la calle o con cuatro o cinco que se disfrazan y van dando caramelos a los más pequeños (en los centros comerciales, eso sí). Los regalos no hemos sido capaces de descifrar a nuestra profesora de holandés cuándo se dan y cómo se dan, así que siento mucho no poder aclarar este aspecto, nos tendremos que fiar de la wikipedia. Lo más cutre es que ni el día cinco, ni el seis son festivos, así que nada, ni tiempo para disfrutarlos. Lo que sí nos han contado es que esta cosa de que el día después de los regalos sea laborable, hace que todo el mundo se lleve sus regalos al colegio/trabajo para que los demás los vean, con el peligro que eso conlleva... Te tienen que regalar cosas chulas, que o si no, ¿qué van a pensar de ti y de tu familia tus compañeros?

Y lo peor, lo peor, viene el día después. Tal y como acaba el día 5, Sinterklaas desaparece literalmente de escaparates y calles y es reemplazado por su primo, el del buen año, es decir, Santa Claus... Cierto. Y ahora qué, ¿a comprar más regalos? Yo qué sé, a mí me parece que esta gente tiene un cacao mental... O muchas ganas de gastar dinero, que todo puede ser.


Padiesha

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