15 de septiembre de 2011

Tan fácil

Como hablar cada uno en su idioma, dejarse los juguetes, regalarse algunas patatas fritas y hacerse el gesto de “dame la mano”. Ea, a jugar. Ella se llama algo así como Anne. Él, Jaime. Eindhoven, 15 de septiembre de 2011.



6 comentarios:

  1. ¡Ay qué cosa más rica! Lo que yo te digo: ya mismo sale la nena hablando español...

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  2. Qué ternura! ha dado con alguien tan sociable como él. Si es que hay un lenguaje universal, y ése lo saben los niños que son los seres más puros.
    Ya tendrá ganas Jaime de estar con los de su edad.

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  3. Temblad, padres,porque en un abrir y cerrar de ojos, ese que pasea agarrado de la mano hablará ese idioma infernal con soltura digna de holandés. Y vosotros a chinchaos de rabia.

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  4. :o) Nada nada, nosotros a la zaga, pero ahí estaremos

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  5. Me encanta, igualito que los adultos, que tenemos que hablar el mismo idioma, ser del miso país, misma raza (por supuesto) y misma clase social para dirigirle la palabra a alguien!!!

    niños!!! cuanto tenemos que aprender de ellos!!!!

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  6. (y cuánto les queda a ellos por desaprender...)

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