3 de septiembre de 2011

"Sábado", Ian McEwan, 2005

“Y la facilidad con que podía desvanecerse del todo una existencia, sus ambiciones, sus redes familiares y de amigos, la sólida posesión de toda su amada existencia.”

“Componía en la cabeza una frase que luego perdía en la página o se metía en un callejón sin salida gramatical y le costaba sudores volver al punto de partida.”

“En el frío inánime, atraviesan la noche, calientes como pequeños mecanismos biológicos con habilidades bípedas, aptas para cualquier terreno, dotadas de innumerables redes neuronales que se ramifican, hundidas profundamente en el nudo de revestimientos óseos, fibras sepultadas, filamentos cálidos con su invisible fulgor de consciencia: esos mecanismos inventan sus propias sendas.”

“El pensamiento primitivo de los que tienden a lo sobrenatural viene a ser lo que sus colegas psiquiatras llaman un problema, o una idea, de referencia. Un exceso de subjetividad, ordenar el mundo en consonancia con tus necesidades, una incapacidad de contemplar tu propia insignificancia. En opinión de Henry, este tipo de razonamiento corresponde a un espectro en cuyo extremo, irguiéndose como un templo abandonado, se halla la psicosis.
Y un razonamiento así puede haber causado el incendio del avión. Un hombre de fe sólida con una bomba en el tacón del zapato. Entre los pasajeros aterrados quizás muchos rezaran --otro problema de referencia—para que su dios intercediese. Y si iba  haber muertes, el mismo dios que las había decretado pronto recibiría peticiones de consuelo fúnebre. (…) De ahí surgen, junto con la sinrazón y la matanza, gente decente y buenas acciones, bellas catedrales y mezquitas, cantatas, poesía.”

“A Henry le parece que trasciende los requisitos de una prueba: un resultado, una consecuencia, existe por separado en el mundo, independiente de él mismo, conocido por otros, a la espera de que lo descubran. Lo que entonces se derrumba es su propia ignorancia. Sea cual sea el tanteo, ya está anotado. Y sea cual sea el destino de los pasajeros, estén asustados y a salvo o estén muertos, ya habrán llegado.”

“(…) el fantasear debería ser una actividad solitaria.”

“Es un lugar común de la genética moderna y la crianza de los hijos que los padres tienen poca o ninguna influencia en el carácter de los mismos. Nunca sabes cómo te van a salir. La salud, las oportunidades, las perspectivas, el acento, los modales en la mesa: quizás esté en tu mano moldear estar cosas. Pero lo que determina en realidad la clase de persona que va a vivir contigo es cómo es el esperma y cómo el huevo que encuentra, cómo se eligen las cartas de dos barajas y luego cómo se barajan, cómo se dividen en dos mazos y se ensamblan para recombinarlas. Alegre o neurótico, desprendido o avaro, curioso o soso, expansivo o tímido o cualquier cosa entre medias; la gran cantidad de trabajo que ya llega hecho puede ser una auténtica ofensa al amor propio de un progenitor. (…) Lo entiendes en cuanto tienes un segundo hijo: dos persona completamente distintas provienen de azares más o menos similares en la vida.”

“Henry pide que le tranquilicen. Así comienza el largo proceso por el cual te conviertes en el hijo de tus hijos. Hasta que un día quizás les oigas decir: “Papá, si empiezas a llorar otra vez te llevamos a casa.”

“(…) la consecución de la utopía lleva a autorizar toda clase de excesos, todos los medios, por despiadados que sean, para realizarla. Si todo el mundo está convencido de alcanzar la felicidad eterna, ¿es un delito aniquilar ahora a un millón o dos de persona?”

“Pero ni siquiera los reyes despóticos, los dioses antiguos, podían siempre soñar el mundo a su conveniencia. Sólo los niños, de hecho, piensan que un deseo y su cumplimiento es todo uno; quizás es lo que da a los tiranos ese aire infantil. Alargan la mano hacia lo que no poseen. Cuando topan con la frustración, la rabieta homicida nunca está muy lejos.”

“Qué golpe de suerte que la mujer que ama sea su mujer.”

“¿Qué otra mujer podría amarle con tanta complicidad, con tanta calidez y humor burlón, o acumular con él un pasado tan denso? En toda una vida no sería posible encontrar a otra con quién aprender a ser tan libre, a quien complacer con tanto abandono y pericia. Por algún accidente del carácter, la familiaridad le excita más que la novedad sexual.”

“(…) dijo que si alguna vez sentía la llamada, recurriría a la evolución. ¿Qué mejor mita de la creación? Un plazo de tiempo inimaginable, innumerables generaciones extrayendo de la materia inerte, mediante pasos infinitesimales, una belleza viva y compleja, impulsada por las furias ciegas de la mutación aleatoria, la selección natural y el cambio medioambiental, con la tragedia de las formas que mueren continuamente y, desde hace poco, el prodigio del nacimiento de las mentes y con ellas la moralidad, el amor, el arte, las ciudades… y, como corolario sin precedentes de esta historia, el que sea demostrablemente cierta.”

“Debería consultar lo que escribió William James sobre el olvido de una palabra o un nombre; queda, tantálica, una forma vacía, que casi, pero no del todo, define la idea que contenía antes. Aun cuando luches contra el embotamiento de la mala memoria, sabes con exactitud lo que no es la otra cosa olvidada.”

“El cerebro tiene muchísimas maneras de fallarte. Es complejo, como un coche caro, pero es un producto de fabricación masiva, del que hay seis mil millones circulando.”

“Habitaciones llenas de trastos, armarios y archivadores que nadie se atreve a abrir. Material antiguo en cajas de hojalata color crema, tan pesadas y misteriosas que no se pueden tirar. Edificios enfermos, que llevan demasiado tiempo en uso y que sólo la demolición puede curar. Ciudades y estados irreparables ya. El mundo entero que se asemeja al dormitorio de Theo. Se necesita una especie de adultos extraterrestres que arreglen el desorden general y luego acuesten temprano a todo el mundo.”

“En la sonrisa de un mentiroso consciente hay algunos grupos de músculos faciales que no se activan. Éstos sólo sobran vida cuando expresan un sentimiento auténtico. La sonrisa de un impostor es imperfecta, insuficiente.”

“Más tarde, cuando hizo sus industriosas tentativas con el curso de Daisy sobre la novela del siglo XIX, reconoció todos los temas de su madre. No había ninguna estrechez de miras en sus intereses. También los compartían Jane Austen y George Eliot. Lilian Perowne no era estúpida ni trivial, su vida no era desventurada, y él, de joven, no tenía por qué haberse mostrado condescendiente con ella. Pero ya era demasiado tarde para disculparse. A diferencia de las novelas de Daisy, en la vida son raros los momentos en que se saldan cuentas; a menudo no se disipan los malentendidos. Tampoco persisten como algo que apremiante resolver. Simplemente se mustian. La gente no guarda un recuerdo claro o se muere o mueren las preguntas y otras nuevas ocupan su lugar.”

“(…) trabajar en la sección de accidentes y urgencias es una lección de misantropía.”

“¿Llegará a saberse algún día cómo la materia se vuelve consciente? “

“Y, de pronto, esta noche, un terror más grande y ahí estabas otra vez, intentando hablarme con los ojos. Seguías ahí. Después de todos estos años. A eso me aferré. A ti.”

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