Al llegar al aeropuerto de Valencia, Jaime nos recibió junto a los yayos. Estaba muy contento de vernos, pero se le pasó pronto. En cuanto vio las maletas pasó de nosotros y todo su empeño lo puso en llevar una él solito (Sergio supo hacerlo para que no se diera cuenta de la "ayuda").
Jajaja por qué perdermos la inocencia?
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