Dándole color a la agenda

¿Cómo es posible que mi agenda fuera tan sosa teniendo todo lo que tengo metido en cajas y esperando a ser usado? 

Así que hoy domingo, mientras Jaime cumple uno de sus sueños: pasarse todo el día en la calle jugando con Ives y Daniel (y medio vecindario, por cierto, atraído por la montaña de arena que acumulamos en el jardín mientras estamos de obras)...

La alineación titular más Esmee y hermana. Eindhoven, 22 de septeimbre de 2013.  

Y Sergio otro de los suyos: visitar a su amigo Tur en Estocolmo... 

Rumbo a Estocolmo con Ryanair, bajos precios pero más de una hora de retraso. Einhdoven, 20 de septiembre de 2013.   

Pues yo me he sentado en mi salón a escuchar musiquita, a verme algún que otro capítulo de Amar en tiempo revueltos (¡¡ya voy por la séptima temporada!!) y a redecorar mi agenda, que me parece imperdonable haberla tenido tan desangelada todo este tiempo. "Ya se sabe, Marcelino, en casa de herrero..." (creo que por hoy ya está bien de ver la serie, ya...).  

Tras las hojas de la agenda propiamente dicha, añadí dos sobrecitos de cartulina para meter documentos. Este es uno de ellos por delante, sin y con documentos. Eindhoven, 22 de septiembre de 2013. 

Y por detrás. Uso indiscriminado de las "washi tapes" y del resto de pegatinas que no abultaran demasiado y rellenaran huecos. Eindhoven, 22 de septiembre de 2013.   

Este es el otro sobre decorado. Y sí, quien lo piense tiene razón, todos mis montajes demuestran que sufro de "horror vacui", qué le voy a hacer. Eindhoven, 22 de septiembre de 2013. 

Y el segundo por detrás.  Eindhoven, 22 de septiembre de 2013. 

Éste es el señalador que tengo en la agenda, que no ha escapado de la fiebre creativa. Eindhoven, 22 de septiembre de 2013.