Llevaba
ya algunas semanas convencida de hacer un puchero fuese como fuese
cuando me encuentro, así, sin esperarlo, que casi me pongo a bailar
en pleno supermercado, con algo parecido a los avíos de puchero de
verdad.
Así
que nada, verdurita, carnecita y a plantear un puchero "al
estilo de la Manuela" (mi madre, claro).
La
olla del Ikea, más contenta que unas pascuas y harta de servir sólo
para hacer palomitas (la Thermomix le ha robado taaaanto protagonismo
en lo que a hacer guisos se refiere...), estaba que no se lo creía.
Y
este fue el resultado. Un poco soso de sabor, demasiada grasa
(supongo que de los huesos extraños que le eché) pero, en general,
bastante satisfactorio. Tenemos puchero para, al menos, cuatro
comidas más, eso sin tener en cuenta las croquetas que han salido
para otras tantas sentadas. Eindhoven, 5 de octubre de 2012.
pero qué buena pinta! Ahora a por el potaje con su pringá
ResponderEliminarJajaja... madre mía, seré capaz de encontrar morcilla o la tendré que buscar en el mercado negro?!?!?
EliminarLos garbanzos con callos ya nos los hemos marcado. Eso sí, cortesía de la sección de productos ibéricos del Carrefour belga
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