24 de marzo de 2006

El final de la película

Cuando veo una película de esas que definen como con “final abierto” yo opto por imaginar un final optimista y con él me quedo. Me da igual que haya a mi alrededor aguafiestas que me razonen que mi final no hubiera ocurrido nunca por este u otro detalle que he pasado por alto.
La banda terrorista ETA, o, como dijo Aznar (bienintencionadamente, no lo dudo, pero lo dijo) en pleno proceso de negociación con los etarras en el año 98, “el Frente de Liberación Nacional Vasco”, (ahí va eso, ¿liberación de qué?, ¿de ellos mismos?, ¿de la dictadura de Franco?, ¿de la opresión de la democracia?, … ¿de su complejo de superioridad?), ha anunciado un “Alto el fuego permanente”. No sabemos si esto significa que dejarán de matar hasta que les de la gana, o que se han dado cuenta de que en otros territorios con aspiraciones de autodeterminación están haciendo las cosas de otra manera, sin acudir a la violencia; o que, simplemente, se han visto superados por la realidad en un mundo en el que el terrorismo islámico les ha pasado por la derecha a 200 por hora.
No tengo ni idea de qué habrá en la cabeza de estos “idealistas” a la hora de hacer su comunicado, pero yo me quedo con mi final. Yo quiero creer que se han dado cuenta de que “el horno no está pa bollos” ya, de que la gente en el País Vasco, y en el resto de España está muy harta de ellos, de que en el mundo entero ya no se creen eso de que en España los tenemos reprimidos y los consideran terroristas, simplemente eso. También puede ser que se hayan dado cuenta de que el cerco es cada vez más estrecho, de que muchos van a terminar en la cárcel. A lo mejor Otegui se ha visto con un pie, o los dos, en prisión y les ha amenazado con dejar de poner cara de póquer cada vez que ellos hacen alguna gracia. Yo qué se. Seguramente todo esto que yo especulo sea simple ciencia ficción. Como decía mi Madre, “¡A saber quién estará detrás de la ETA!”.